Varios socios nos han acercado relatos sobre dificultades para acceder a material de distintos archivos y bibliotecas, ya sea por restricciones horarias o por no encontrarse disponible para consulta el material que deseaban ver. También nos han informado sobre la existencia de tasas que se cobran por tomar fotografías digitales de los documentos, aun cuando ello sea con equipo propio y para uso personal, y no esté previsto publicar esas imágenes.
Tales trabas dificultan la tarea del investigador, sobre todo para quienes no residen en las ciudades donde esos archivos y bibliotecas se encuentran. AsAIH preparó un documento sobre el tema, que fue presentado al señor Secretario de Cultura en diciembre de 2012. El mismo figura al pie.
En el caso de que desee comunicarnos alguna dificultad que haya experimentado en su tarea diaria en archivos y bibliotecas públicos, le rogamos nos envíe un email a:
Esperamos que esas trabas sean removidas.
Buenos Aires, 14 de Diciembre de 2012
Señor Secretario de Cultura
Don Jorge Coscia
Presente
De nuestra mayor consideración:
Algunas bibliotecas y archivos públicos han ido implementando medidas que dificultan sobremanera o aun impiden la consulta y copia de documentos y libros por parte de los investigadores que a ellos concurren. Las quejas de nuestros asociados son variadas. Por ejemplo, en el Museo Histórico Sarmiento se ha negado el acceso a determinada documentación. En la Biblioteca del Congreso, ya no es posible tomar fotos de las imágenes de las pantallas de microfilm. En tanto, la Biblioteca y el Archivo del Museo Mitre tienen un horario restringido (atienden sólo los miércoles por la tarde) y exigen un pago por las fotografías digitales que tomen los propios investigadores, aun con sus propios equipos y para su uso personal. Es de destacar que ninguna de esas instituciones, ni muchas otras similares en el país, ofrecen consultas a sus fondos en línea por Internet, única forma en que se justificaría el impedimento de acceso a los documentos originales, o a copias microfilmadas o digitalizadas de los mismos. Más aún, son muy pocas las instituciones que poseen la totalidad o parte importante de su acervo en esos formatos, incluso para consulta en sus mismas sedes.
Tales impedimentos, además del hecho de que violan abiertamente lo normado por la Ley 15.930, en su art. 2, incs. b) y e), son particularmente perjudiciales para investigadores que acuden a esos archivos desde otras provincias o desde el exterior del país, y en especial para quienes cuentan con escasos recursos, y no poseen acceso a subsidios para investigación o becas, limitándose así para ellos las posibilidades de contribuir a un mayor y mejor conocimiento del pasado y a preservar y difundir la memoria colectiva. Es de destacar que en su amplia mayoría los estudios que se realizan en esos repositorios no tienen fines de lucro, dado que se trata de personas con interés por la historia, más allá de que sean o no académicos o profesionales. Por otra parte, esos impedimentos van en contra de todo lo que es usual en las bibliotecas y archivos de todo el mundo, en los cuales los fondos existentes están muy a menudo disponibles en copias de alta calidad, que pueden ser consultadas y aun descargadas gratuitamente por los usuarios. Es lo que ocurre por ejemplo con la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, el Archivo de Indias en Sevilla, la Biblioteca Nacional de Francia, todos los cuales poseen millones de documentos en línea. Ello ocurre aun con numerosísimos sitios de bibliotecas y archivos de menor dimensión, como por ejemplo la del Real Jardín Botánico de Madrid, y con sitios privados, como www.archive.org.
De por sí ya es una dificultad no contar con catálogos actualizados y completos para consulta en línea, como ocurre en una gran mayoría de los repositorios argentinos; pero si a ello se agregan impedimentos de tipo burocrático o aun tasas por fotografía tomada, la investigación histórica se torna mucho más difícil. Si existen recelos en torno al uso que podría darse a esas fotografías, es menester recordar que hay muchas formas de tomar recaudos contra ello, como por ejemplo hacer firmar a los investigadores una nota descargando responsabilidades al respecto. Pero, más allá de ello, es de hacer notar que ninguno de los grandes repositorios internacionales nombrados, que poseen fondos de inmenso valor, objetan que los usuarios utilicen como prefieran las imágenes digitales ofrecidas gratuitamente en sus sitios, incluso comercializándolas. Obviamente que el hecho de que sean ofrecidas gratuitamente en línea impide de por sí el uso comercial; pero lo mismo podría hacerse en los repositorios argentinos, solicitando que los investigadores donen a los mismos una copia de las fotografías que tomen.
Solicitamos por tanto que esos impedimentos sean removidos.
Sin más, saludamos a Ud. con la mayor cordialidad,
Noemí Goldman
Presidenta
Asociación Argentina de Investigadores en Historia
Comisión Directiva AsAIH, 2011-2013
Presidenta, Noemí Goldman
Vicepresidente, Sergio Serulnikov
Secretario, Julio Djenderedjian
Tesorera, Beatriz Bragoni
Vocales Titulares: Susana Bandieri, Alejandro Eujanian, Adrián Gorelik, Flavia Macías, Silvia Romano.
Vocales Suplentes: Gabriel Di Meglio, Marina Franco